Con la partida de Riquelme de la selección se habla del fin de las ideologías, no hay más meta-relatos, se terminó el N° 10. No se trata de discutir si Juan Román tiene razón en exigir o que el gordito habló de más de nuevo, se trata de discernir si en la Pampa Húmeda no crecen los vegetales.

Claro que si el nivel de contratos es el que determina la capacidad de un jugador, usted está en la página equivocada, váyase a tirarle piedra a los gatos, engordar mirando tele en su casa y a renegar con su mujer. Sin embargo, si el que está siguiendo estas líneas coincide con que la relación trascendencia - juego no siempre es directa y que tallan en el medio salames como nosotros, los periodistas, representantes con sobres gruesos y un coro de pavotes que repiten por doquier lo que dicen tres o cuatro gurúes, deberá coincidir que un jugador de jerarquía se puede construir. El roce internacional se lo da la selección, ya que al jugar allí, prontamente se lo vende al primer mundo. Además, ya existen tipos que cumplen con la función típica de enganche y no tuvieron oportunidad, o bien los mismos Tevez, Messi o Agüero podrían hacerlo, sólo habría que ponerlos en el mismo lugar en la cancha que ocupaba Riquelme.
¿Es malo Riquelme? Nadie puede asegurar semejante cosa, es un jugador impresionante, pero no el mejor ni el único que puede dar un pase gol. Dicho y sea de paso cada vez da menos pases con peligro de gol y cada vez define peor frente al arco.
Quiere nombres, yo lo sé. Pues bien, se los daré: Ezequiel González nunca jugó mal en Boca, se fue por situaciones contractuales. Damián Manso nunca tuvo su chance, cuando tuvo continuidad fue campeón de América y con la PODEROSA Liga de Quito. Aimar y D' Alessandro siguen jugando y están en edad. Gracián juega muy bien y está tapado por la figura del ídolo. Martín Morel de Tigre juega bien. El pibe Di María la rompe. Hay muchos ejemplos que se los dejo a usted.
En fin, en la patria del fútbol hay quienes cree que no hay más 10. Los hay, sólo que a muchos los mandan a marcar y a correr o los dejan en el banco y otros no trascienden por escasez de comercialización.

Cabe recordar que cada equipo tiene un jugador que puede cumplir la función de habilitar con un pase preciso al delantero, lo que es muy probable es que los técnicos no los utilicen como tales, podríamos nombrar un sinnúmero en Argentina y de argentinos en el exterior.
Claro que si el nivel de contratos es el que determina la capacidad de un jugador, usted está en la página equivocada, váyase a tirarle piedra a los gatos, engordar mirando tele en su casa y a renegar con su mujer. Sin embargo, si el que está siguiendo estas líneas coincide con que la relación trascendencia - juego no siempre es directa y que tallan en el medio salames como nosotros, los periodistas, representantes con sobres gruesos y un coro de pavotes que repiten por doquier lo que dicen tres o cuatro gurúes, deberá coincidir que un jugador de jerarquía se puede construir. El roce internacional se lo da la selección, ya que al jugar allí, prontamente se lo vende al primer mundo. Además, ya existen tipos que cumplen con la función típica de enganche y no tuvieron oportunidad, o bien los mismos Tevez, Messi o Agüero podrían hacerlo, sólo habría que ponerlos en el mismo lugar en la cancha que ocupaba Riquelme.
¿Es malo Riquelme? Nadie puede asegurar semejante cosa, es un jugador impresionante, pero no el mejor ni el único que puede dar un pase gol. Dicho y sea de paso cada vez da menos pases con peligro de gol y cada vez define peor frente al arco.
Quiere nombres, yo lo sé. Pues bien, se los daré: Ezequiel González nunca jugó mal en Boca, se fue por situaciones contractuales. Damián Manso nunca tuvo su chance, cuando tuvo continuidad fue campeón de América y con la PODEROSA Liga de Quito. Aimar y D' Alessandro siguen jugando y están en edad. Gracián juega muy bien y está tapado por la figura del ídolo. Martín Morel de Tigre juega bien. El pibe Di María la rompe. Hay muchos ejemplos que se los dejo a usted.
En fin, en la patria del fútbol hay quienes cree que no hay más 10. Los hay, sólo que a muchos los mandan a marcar y a correr o los dejan en el banco y otros no trascienden por escasez de comercialización.