Ley de Ventaja



El arte de trabajar en silencio


Me interesa este Quilmes. Se me escapan, en este momento, los nombres de sus jugadores. Pero me interesa este Quilmes. El equipo que dirige Leonardo Madelón trabaja en silencio, un silencio apenas interrumpido por los murmullos de desaprobación y los gritos histéricos de la gente que no entiende, que es mucha, que es, básicamente, la hinchada de Quilmes. Por ahora tiene cero puntos. Si se suman a los 19 que sumó durante el torneo pasado, el total da 19. Y el promedio da 0,904, que lo deja en situación de descenso directo.¿Y? ¿Y con eso, qué? ¿Qué tiene que ver? ¿Acaso el fútbol se mide por la fría letra de los números?


A mí me interesa este Quilmes, quizá porque estoy harto del exitismo banal de siempre, quizá porque me gusta la gente que trabaja en silencio. Como Madelón. Por eso me gustó, también, lo que hizo Boca en su debut ante Godoy Cruz en la primera fecha de este torneo: era el candidato de los medios, de la cátedra, de los cagatintas. Iba a salir campeón sin jugar. Y se comió cuatro. En la Bombonera. Y entonces adquirió un perfil bajo. Y así Julio César Falcioni comenzó a trabajar en silencio, alejado del ruido, de la demagogia y de los pronósticos apurados. Otro ejemplo: Estudiantes de La Plata. En 2009 ganó la Copa Libertadores, en 2010 ganó el torneo local. En 2011 comienza la Copa Libertadores con el mote de candidato.¿Y qué hace? Visita al Cruzeiro.¿Y qué hace? Pierde 5 a 0. Y al haber perdido 5 a 0, la prensa será más prudente a la hora de nombrarlo "candidato". Y entonces el Toto Berizzo, su flamante entrenador, podrá trabajar tranquilo. En silencio. con perfil bajo.

Y ahí está el caso de Vélez. Subcampeón en el torneo pasado, de parejo rendimiento, ahora muchos lo sitúan como candidato para este Clausura Néstor Kirchner ¿Y entonces Vélez qué hace?Pierde con All Boys jugando de local. Ricardo Gareca no es ningún ingenuo. Sabe que el que ríe último ríe mejor. Por eso prefiere ser el primero en llorar. Los hinchas de Quilmes, de este Quilmes de Madelón que tanto me interesa, lloran todos los domingos. De este modo, es altamente probable que sean los últimos en reír. Y que cuando rían, rían mejor.


"El Goleador Fantasma"


Fuente: Revista Barcelona Nº 207

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