Nuevamente el calor de los motores saltean las hormonas de los futboleros argentinos. Tras tanto correr en la arena, novelas de pases, partidos viejos en Tv y cargadas de rivales que se apagan; comienza el nuevo Torneo Clausura de la Primera División del Fútbol Argentino. Luego de un aperitivo de Nacional B el último fin de semana, el viernes a eso de las siete de la tarde, Estudiantes y Newells abrirán las virtudes y miserias del fútbol doméstico.
No hubo grandes transferencias, cambiaron pocos técnicos y siguen los planteos mezquinos de siempre en los equipos de siempre. Sólo la Copa Libertadores - Se ahorra la publicidad por no considerarse a un banco español como patriarca americano- puede mover un poco la estantería de lo previsible. 5 equipos argentinos la juegan, entre ellos los más regulares de estos tiempos y candidatos. Salvo Newells, Estudiantes y Vélez, el primero con nuevo DT, pueden llegar a liberar el paso a los tapados del inicio.
De los dos más grandes, Boca ilusionó en el verano con técnico nuevo, victorias e incorporaciones, River no deja de pelear por mantener la categoría. De los cuatro restantes, sólo Newells, si es que la llegada del delantero es auspiciosa, puede posicionarse como candidato aun con su juego chato y anémico de situaciones.
Es así, cambiante pero sin tantos cambios, es vibrante pero sin ostentación, es de lo mejor a nivel mundial pero parece malo y aburrido, es en realidad lo que esperaban millones para volver a existir: El fútbol nuestro.
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