Mucho deberán replantearse el presidente del club millonario, José María Aguilar, y su comisión luego de la eliminación de la Copa libertadores a manos del San Lorenzo de Ramón Díaz.
Este fenómeno le trae salud al fútbol argentino por tres motivos:

*Primero deberán tener en cuenta los profesionales del fútbol que ir tras jugosos contratos, abandonar ideales y desdecirse de sus palabras suele traer amarguras. Esto va tanto por a Simeone como para otros técnicos y jugadores.
*Segundo que River a pesar de tener grandes jugadores no entiende como capitalizarlo y en este foro se viene sosteniendo que juega mal, así como se sostuvo en momentos en que nadie creía, que el equipo de Ramón era para atender. Sumado a esta cuestión es buena lección para aquellos que amparan a los barras caretas y luego la propia hinchada los termina silbando.
*En tercer lugar, rescatar a los últimos técnicos que creen que jugadores como D'Alessandro sirven y en momentos decisivos, tanto en el descenso como en la lucha por el campeonato, un enganche, sin ser el mejor del mundo, puede manejar un partido.
Boca ganó el clásico, también ganó en la Copa, River quedó afuera del torneo continental y comparte la punta con dos equipos; si los hinchas no se comen al señor Aguilar, la historia del club lo hará.